El 20 de junio de 1820, muere Manuel
Belgrano, abogado, economista, periodista y propulsor de la educación pública y
popular en Argentina y creador de nuestra Bandera Nacional,
No sólo creó la Bandera, también ocupó
el cargo de Secretario del Consulado, lugar desde donde impulsó e incentivó la
práctica de oficios y la conformación de una industria nacional, en
contraposición a las posturas económicas de carácter importador que
desalentaban cualquier empresa nacional.
Estuvo a cargo de la Expedición de
Paraguay en 1812, el éxodo del pueblo jujeño y las victorias de Tucumán y
Salta. Fue uno de los hombres dedicados a la conformación de la patria y el
sentimiento de nación indispensable para cualquier pueblo que pretenda
regularse y declararse libre.
Las condiciones en que murió Manuel
Belgrano estuvieron alejadas de lo que podría haberse imaginado para una
persona que dio tanto por el pueblo y por aquella Revolución de Mayo que nos
condujo hacia la independencia.
La pobreza y el olvido fueron el
escenario donde se desarrolló la trágica escena de Belgrano muriendo, ni más ni
menos. Quizá porque la inercia que caracteriza a la historia de los países no
cuenta con la holgura suficiente para reconocerle, hasta el último momento y
segundo de vida, el reconocimiento debido a aquél o aquélla que se apasionó y
destinó su vida a la conformación de una patria y nación libre y soberana.
El 20 de junio queda así como fecha
histórica destinada al reconocimiento del abogado, militar, economista,
pensador, educador y solidario Manuel Belgrano, creador de nuestro símbolo
identitario durante la Expedición del Paraguay en 1812: la celeste y blanca
Bandera Nacional Argentina.